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miércoles, 12 de mayo de 2010

Devocional de la semana - Aguas sobre el sequedal

¿Alguna vez has experimentado sed, pero sed de verdad? Imagina que estás corriendo y jugando futbol y que terminas y lo que deseas es agua y que no la encuentres, cuando por fin tienes el preciado lìquido ¿còmo te sientes?Los problemas de la vida resecan nuestro corazón y pareciera que nada lograra apagar su sed. En la vida hay decepciones, pérdidas, aflicción, baches que encontramos en nuestro caminar, los amigos traicionan, tus seres queridos se van, deseas muchas cosas que no puedes obtener, tus relaciones afectivas no son como desearías y todo eso seca tu corazón y llega el momento en que te sientes vacío, con una sed que no se apaga, como si tu corazón fuera un desierto donde el sol pega con todo su apogeo dejándote sin fuerzas, agotado.
Pero Dios promete derramar aguas sobre el sequedal y luego dice "Mi espíritu derramaré sobre tu generación", (Isaías 44:3) el Espíritu de Dios es el agua que fluye como ríos de agua viva (Juan 7:38), es esa agua que Jesús le dijo a la mujer samaritana que si tomaba de ella no tendría sed jamás (Juan 4:13-14).

El Espíritu Santo es un agua gratuita (Isaías 55:1), un manantial que no se acaba, que refresca nuestro corazón, que lo consuela, que lo fortalece, que lo guía.


El Espíritu Santo nos da poder y nos capacita no solamente para obrar milagros sino también para hacer frente a las tentaciones, las decepciones y las aflicciones de la vida.

El Espíritu Santo ha sido prometido para todos los que lo pidan. Dios es un buen padre, el mejor de los padres y él es fiel y siempre cumple sus promesas pídele que te llene de su Santo Espíritu y él lo hará (Lucas 11:13)
Algunos piensan que el Espíritu Santo es sólo los dones que menciona la Biblia en Corintios 12, o que es únicamente el hablar en lenguas, o que estar lleno del Espíritu Santo es llorar o saltar de gozo, todas esas pueden ser manifestaciones que produce el Espíritu Santo, pero él es mucho más que eso, es Dios mismo que viene a habitar en nuestras vidas para guiarlas, llenarlas, consolarlas y darles un poder sobrenatural (Juan 14:15-18).

Es muy probable que tú ya hayas sentido el poder del Espíritu Santo en tu vida, pero por circunstancias diversas te has alejado y el Espíritu Santo se ha puesto triste (Efesios 4:30) y has sentido que ya tu vida no tiene el mismo sabor, necesitas buscar al Señor, volver en amistad con él, volver a buscarlo con todo tu corazón y entonces él derramará sus aguas sobre tu vida (Job 22:21).

Este sábado estaremos pidiendo al Señor que nos llene de su Santo Espíritu y te aseguro que si se lo pides con todo tu corazón él te llenará.



Que Dios te bendiga y te guarde!

Y recuerda que tenemos una cita con el Espíritu Santo este sábado. ¡No faltes!

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