Pensamientos de paz y no de mal

Esta mañana al estar orando por un joven de la congregación, Dios trajo a mi corazón las palabras de Jeremías 29:11, no sé con qué objetivo, pero Él si sabe.  Luego de compartir con este joven unas palabras al respecto, sentí en mi corazón compartir con un ustedes acerca de este pasaje Bíblico.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Los seres humanos somos muy dados a afanarnos por nuestras circunstancias actuales, por el dinero,  el trabajo, las enfermedades y los problemas que vivimos,  nos preocupamos y a veces nos preguntamos en dónde está Dios.

Cuando el Señor dio a Jeremías ésta palabra el pueblo de Dios estaba cautivo en Babilonia y para colmo estaban plagados de falsos profetas.

A veces tú y yo que somos parte del pueblo de Dios,  aunque Él nos llamó a libertad estamos cautivos de nuestros pensamientos, sentimientos o circunstancias.  Una relación que sabes que a Dios no le agrada, un pecado oculto que nadie conoce (pero Dios y tú sí),  un programa de televisión que no puedes dejar de ver,  la preocupación por el futuro, el problema que parece no tener una solución ... Cautivos y llegamos a pensar: tal vez Dios quiere que esté así.

NOOO, el no quiere eso, la vida en Cristo es vida en abundancia, una vida de bendiciones,  pero qué se necesita para vivir la vida que Dios quiere?  Solamente una cosa: CONFIANZA EN DIOS.

Imagínate que un joven está orando a Dios pidiéndole que le dé a su compañera y está orando y dice : si Señor,  aceptaré tu voluntad, la que tú me digas esa y luego reacciona y dice: Qué dijeee?  Y se imagina a Dios mandandole a la mujer más horrible del mundo. O simplemente decide escoger el porque piensa que Dios escogerá lo peor para él.

Qué equivocación tan grande!

Quién es el ser que más nos ama?  No es acaso Dios?  Entonces porqué creemos que si hacemos su voluntad seremos los seres más infelices de la tierra?  Y así es en todos los aspectos,  aceptamos un trabajo que deshonra a Dios porque no hayamos más,  no estudiamos la carrera que deseamos porque no hay dinero,  no hacemos planes de nada porque estamos seguros enfermos, no desarrollamos el ministerio que Dios nos dio porque no nos sentimos capaces,  etc, etc,  etc.  ¿Dónde está nuestra confianza?  ¿Acaso dudamos de Dios y de su palabra donde nos promete ayudarnos,  estar con nosotros,  pelear por nosotros?
Estimado joven, estimada señorita,  los pensamientos de Dios acerca de ti son de paz y no de mal. En otras palabras Todas las cosas nos ayudan para bien.

Confía en Cristo, ámalo, obedece su palabra y cumplirá esos pensamientos de paz y no de mal en tu vida, el te dará lo que más anhelas de acuerdo a su voluntad.  ¿Cuál es el fin que esperas?  Mientras ese fin no sea pecaminoso, créelo Dios te lo va a dar.

Nos conviene confiar en Dios y esperar en Sus Pensamientos.

Feliz Martes

Dtbm.

Raquel Pérez

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