Texto: Eclesiastés 9: 8
“En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza”.
Hoy en día el mundo nos ofrece un sin fin de cosas las cuales nos llevan a desagradar a Dios. Hoy quizá mas que nunca el mundo tiene muchos tropezaderos para el cristiano. Pero en medio de esos tropezaderos, Dios quiere que nos mantengamos puros delante de El. ¿Será imposible mantenerse puro en medio de un mundo impuro?, definitivamente no. A pesar que el mundo hoy en día ofrece pornografía a diestra y siniestra por medio del Internet, televisión en cable, revistas, etc. Nosotros tenemos que luchar por mantenernos puros. El versículo que leemos al inicio habla acerca de mantener la blancura en nuestros vestidos, eso simboliza pureza y santidad, pero luego también habla del ungüento sobre nuestra cabeza y eso tiene que ver con firmeza.
Ahora bien, si la palabra nos aconseja que nos mantengamos puros y firmes, quiere decir que habrán momentos en nuestro caminar cotidiano que nos van a querer manchar nuestros vestidos, que querrán alborotar nuestra cabeza. Algunas de estas cosas que querrán evitar nuestra pureza serán: caricias fuera de lugar en el noviazgo, la pornografía, la masturbación, los pensamientos impuros y muchas otras cosas. Pero la pregunta seria: ¿Cómo mantenerme puro en medio de todos los ataques del enemigo? Bueno, en primer lugar una mente pura, es una mente que piensa en Cristo, la Palabra de Dios dice que tenemos la mente de Cristo, eso quiere decir que tenemos la autoridad de pensar positivamente eliminando de esta forma lo negativo. Martín Lutero decía: “no puedo evitar que las aves vuelen sobre mi cabeza, pero si puedo evitar que hagan nido en ella”. Es decir, no puedes evitar que pensamientos impuros aparezcan de repente, pero si puedes evitar que se mantenga anidados ahí. Segundo, lee la Palabra, entre mas empapado de la Biblia estas, mas armas para defenderte de Satanás tendrás, recuerda que Jesús cuando fue tentado en el desierto, se defendió con la Palabra de Dios, es ahí donde nos damos cuenta que leerla es muy importante para tu crecimiento espiritual y para evitar ser engañados por el enemigo. Cuando tu lees la Palabra de Dios, estas alimentando tu espíritu, por ende querrás mantenerte puro obedeciendo de esta manera lo dictado por el Señor.
Tercero, Sirve a Dios, mientras mas ocupado pases en el servicio a Dios, menos tiempo de pensar en lo impuro tendrás, habrá menos probabilidades de caer en pecado, ya que al mantenerte activamente sirviendo te ayudara para edificar tu vida y un carácter de siervo en ti. Cuarto y ultimo, reconoce que Dios no te ha dado un espíritu de cobardía, sino de PODER, AMOR y DOMINIO PROPIO, eso quiere decir que tu puedes decir NO al pecado, pues tienes el dominio propio que Dios te ha dado.
Si tomas en cuenta estos consejos, seguramente te ayudaran para mantener blancos tus vestidos y el ungüento sobre tu cabeza no faltara. Recuerda: Dios te ha llamado a Santidad y Pureza, aléjate del Pecado. Enrique Monterrosa Te invito a cantar esta canción y hacer de ella tu petición a Dios.
¡Mañana va a pasar la virgen! Le pediré que me haga un milagro. Dijo una compañera del trabajo alborozada, dentro de mí pensé ¿va a pasar o la van pasar cargada o en un carro?
Pensando en esto, recordé algo que ocurrió cuando era niña. Fui una niña muy curiosa y me llamaba la atención ver a los niños del kinder con medallitas y estampitas de la virgen, santos o cruces, etc.
Un día pregunté a mi mamá ¿por qué en el templo donde vamos no hay imágenes? Su respuesta, es uno de los mejores recuerdos de mi niñez.
Mamá estaba barriendo y dejó la escoba a un lado, se sentó junto a mí y me dijo: "Hija, trae tu plastilina" yo fui por la plastilina y luego ella me indicó: "ahora haz un muñequito que te quede bien bonito" yo lo hice y cuando terminé me dijo: "este monito tiene poderes divinos, híncate y órale" yo contesté sin vacilar: "¿Pero cómo! si yo lo hice?" y ella dijo: "por eso".
Yo tendría unos 5 ó 6 años y esa temprana edad comprendí perfectamente que es absurdo decir que un pedazo de barro, madera, metal, papel o cualquier otro material tiene poder para hacer milagro alguno.
Algunos dirán, bueno no es el pedazo de barro, sino a quien éste representa, pero aún así la Biblia prohíbe tanto hacer las imágenes, como arrodillarse delante de ellas y honrarlas, así como también adorarlas. En toda la Biblia se habla en contra de la formación, adoración y veneración de las imágenes ¿por qué la iglesia romana insiste en desobedecer un mandato que aparece de una manera tan clara en la Biblia?
Me duele ver cómo hay tanto engaño e ignorancia, muchas personas realmente le atribuyen poder a las imágenes. Se las cuelgan pensando que son como un amuleto para brindarles protección, las tienen en sus casas donde les encienden veladoras, les ponen flores, caminan kilómetros para ir a verlas esperando que éstas les concedan un milagro, son capaces incluso de recorrer distancias grandes de rodillas. Esto no es lo que Dios quiere.
A continuación te comparto una lista de versículos tomados de la Palabra de Dios que hablan acerca de las imágenes.Hay más, pero creo que con éstos es suficientes para demostrar que no hay ninguna justificación bíblica para la creación, veneración u adoración de esculturas.
Espero que estos versículos te ayuden a compartir tu fe, úsalos con sabiduría. Y si tú mismo has llegado a tener alguna duda al respecto con esto puedas despejarla.
Éxodo
• 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Levítico
• 19:4 No os volveréis a los ídolos ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.
• 26:1 No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
Deuteronomio
• 4:15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego;
4:16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra,
4:17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,
4:18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
• 4:23 Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido.
• 4:25 Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo;
4:26 yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.
• 5:8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5:9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
• 9:12 Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.
• 27:15 Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
• 29:17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
• 32:21 Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos;
1 Reyes
• 14:9 sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas;
• 15:11 Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. 15:12 Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.
2 Crónicas
• 33:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén.
33:2 Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel:
• 33:7 Además de esto puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén , la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre:
Salmos
• 78:58 Le enojaron con sus lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.
• 97:7 Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, Los que se glorían en los ídolos. Póstrense a él todos los dioses.
• 106:19 Hicieron becerro en Horeb, Se postraron ante una imagen de fundición. 106:20 Así cambiaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba.
106:21 Olvidaron al Dios de su salvación, Que había hecho grandezas en Egipto,
• 106:36 Y sirvieron a sus ídolos, Los cuales fueron causa de su ruina.
• 115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 115:5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
• 135:15 Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres.
135:16 Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;
135:17 Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas.
135:18 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían.
Isaías
• 2:6 Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente, y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. 2:7 Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos, y sus carros son innumerables.
2:8 Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos.
2:9 Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones.
• 30:22 Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás. 30:23 Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas.
• 40:18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?
40:19 El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata.
40:20 El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
40:21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?
40:22 El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.
40:23 El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.
40:24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.
40:25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.
• 42:17 Serán vueltos atrás y en extremo confundidos los que confían en ídolos, y dicen a las imágenes de fundición: Vosotros sois nuestros dioses.
• 44:10 ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
44:11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.
44:12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
44:13 El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa.
44:14 Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.
44:15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
44:16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego;
44:17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.
44:18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
44:19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?
44:20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?
• 45:16 Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes.
• 57:13 Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.
Jeremías
• 7:18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
• 14:22 ¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover? ¿y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues tú hiciste todas estas cosas.
• 16:17 Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de oro y de plata que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre y fornicaste con ellas;
16:18 y tomaste tus vestidos de diversos colores y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas.
16:19 Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así, dice Jehová el Señor.
• 44:15 Entonces todos los que sabían que sus mujeres habían ofrecido incienso a dioses ajenos, y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia, y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:
44:16 La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti;
44:17 sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno.
44:18 Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos.
44:19 Y cuando ofrecimos incienso a la reina del cielo, y le derramamos libaciones, ¿acaso le hicimos nosotras tortas para tributarle culto, y le derramamos libaciones, sin consentimiento de nuestros maridos?
44:20 Y habló Jeremías a todo el pueblo, a los hombres y a las mujeres y a todo el pueblo que le había respondido esto, diciendo:
44:21 No se ha acordado Jehová, y no ha venido a su memoria el incienso que ofrecisteis en las ciudades de Judá, y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra?
44:22 Y no pudo sufrirlo más Jehová, a causa de la maldad de vuestras obras, a causa de las abominaciones que habíais hecho; por tanto, vuestra tierra fue puesta en asolamiento, en espanto y en maldición, hasta quedar sin morador, como está hoy.
44:23 Porque ofrecisteis incienso y pecasteis contra Jehová, y no obedecisteis a la voz de Jehová, ni anduvisteis en su ley ni en sus estatutos ni en sus testimonios; por tanto, ha venido sobre vosotros este mal, como hasta hoy.
Ezequiel
• 14:6 Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.
Oseas
• 13:2 Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento imágenes de fundición, ídolos, toda obra de artífices.
Miqueas
• 5:13 Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos.
Habacuc
• 2:18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
2:19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él.
2:20 Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.
Hechos
• 17:29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
17:30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
Romanos
• 1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
1 Corintios
• 10:14 Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.
10:15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
• 10:19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.
10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
10:22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? Haced todo para la gloria de Dios.
Efesios
• 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
5:6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Apocalipsis
• 9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
9:21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Dios es un Padre amoroso que ama, provee y protege. 1 Juan 3:1 nos dice: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Nuestra manera de ver a Dios determina qué tipo de vida vivimos, si creemos o no en sus promesas y, por ende, nuestra relación con Él. Por eso, es importante pensar en Él como el Padre que es. Dios es amor, esa es su esencia, Él quiere lo mejor para nosotros; somos sus hijos. 1. Ama.
Decimos que somos sus hijos, pero no disfrutamos de su paternidad. Si los padres humanos saben dar buenas dádivas a sus hijos, cuánto más nuestro Padre Celestial. Dios nos ama tanto que dio a su hijo Jesús. Si nadie más hubiera necesitado que Jesús muriera para salvarse, Él hubiera muerto sólo por ti. El Padre no quiere que ni uno solo se pierda. 2. Provee.
Podemos arriesgarnos por nuestros sueños, porque tenemos un Padre bueno que sabe dar cosas buenas a sus hijos. Algunos se conforman con un fin de semana en la iglesia, pero no tienen idea de lo que Dios puede hacer en sus vidas. Un verdadero hijo de Dios tiene claro que Dios es su Padre, que siempre tiene más para él. El portarnos bien es para cumplir los sueños que Él tiene para nosotros; Él quiere que disfrutemos de la vida, por eso puso los mandamientos. Cuando se anima a luchar por los sueños, ahí viene Dios a avalar los proyectos, porque es un padre que provee. 3. Protege.
Dios es el Creador de todo, y nosotros somos hijos de un mismo Padre. El apóstol Pablo nos dice que somos propiedad de Dios; Él pagó caro por nosotros, y nosotros somos sus hijos. Un padre amoroso protege. Cuando estés en problemas, ve a casa, corre a tu Padre Celestial, Él siempre quiere lo mejor para ti. Cuando estamos más cerca de Dios, más lejos llegamos, más increíble es nuestra vida.
Algunos hemos tenido buenos padres en la tierra, pero otros no. Algunos se niegan a Dios porque están enojados o le tienen miedo. Dios te ama aún cuando te portas mal, como el hijo pródigo. Él siempre está dispuesto a perdonarte, esa es su gracia, su misericordia es asombrosa. Él nos ama a pesar de nosotros mismos. A menos que abraces a Dios como tu Padre, nunca vas a abrazar sus planes. Si no entiendes su amor, no tiene sentido ir al templo, portarse bien.
Espera más de Dios, ten expectativas, asume riesgos, ve para adelante porque tienes un Padre amoroso. A veces, da miedo crecer, tomar decisiones, pero… ¡tenemos un Padre que nos protege!
Esta semana en todo el mundo se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y al pensar sobre qué tema compartir con ustedes recordé el himno del hermano Lorenzo Salazar, Fuente de Misericordia cuyas estrofas terminan diciendo “mas el milagro más grande del mundo fue el sacrificio de Jesús allá en la cruz”
Vemos en el mundo una maravillosa creación que surgió de la nada sólo por el poder de la Palabra de Dios, vemos a un Dios que tiene control absoluto sobre cada una de sus obras y que en base a su soberanía determina el tiempo de cada una de ellas, un Dios que suple necesidades de todo tipo, es un Dios de milagros.
Pero porque el himnólogo dice que el sacrificio de Cristo es el milagro más grande del mundo, ennumeraré algunas razones:
Porque la muerte es la paga del pecado y Cristo no pecó (Romanos 6:23)
Porque en la cruz Jesús se apropió de todos los pecados de los seres humanos del mundo que vivieron en la tierra antes que él, de todo los que vivían en esos momentos y de todos los que nacerían después y murió por todos para darnos vida. (Juan 3:16)
Porque el propósito de Dios para la humanidad sólo se cumple con el sacrificio de Cristo, pues sólo él es digno de desatar los sellos del libro que está en la mano derecha del que está sentado en el trono. (Apocalipsis 5:5)
Porque es un milagro de un amor que no existe en nadie mas que en Dios (Romanos 5:7-8)
Porque su sacrificio, cuando lo aceptamos, nos libra del pecado (Romanos 6:14), nos da acceso a las bodas del Cordero (Mateo 25:10) y nos convierte en ciudadanos de la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:27).
Porque Jesucristo se constituye asimismo en sacerdote eterno (Hebreos 5:7-10)
Nosotros no podíamos pagar por nuestra salvación ni con todo el oro del mundo, ni con nuestra propia vida, solamente un milagro podía traernos la salvación.
El sacrificio de Jesús en la cruz es el milagro más grande del mundo porque nos da salvación eterna, estos cielos y esta tierra creados por Dios van a perecer, van a pasar (Apocalipsis 21:1), los demás milagros, las sanidades que Dios hace en nuestra vida no durarán para siempre algún día si Cristo no levanta a su iglesia antes moriremos. Sólo el sacrificio de Cristo nos ofrece cosas permanentes, eternas, un cielo nuevo y una nueva tierra que no pasarán (Isaías 66:22), sanidad completa, libertad de la muerte, del dolor, del cansancio (Apocalipsis 21:4)
Esta semana reflexiona acerca de cuán grande ha sido el sacrificio de la cruz y pídele perdón a Dios porque muchas veces no lo valoramos como debe ser.
Sé que hoy te has vuelto a preguntar cuándo será el momento en que sientas que la felicidad llega a tu vida. Porque hace ya muchos días que no sonríes de gozo, sino que más bien sonríes, esperando que algo bueno pase en tu vida. Es esa sonrisa que a veces dan las personas cuando lo que quisieran es llorar, pero aún cuando quisiera llorar, sonríen esperando que un milagro acontezca y cambie todo.
Las lágrimas recorren tus mejillas, no puedes casi respirar porque sientes un dolor tan grande en tu corazón que no lo puedes ni explicar. Jamás pensaste, ni en tu pesadilla más vivida, que ibas a tener que atravesar todo este túnel oscuro. Y el desierto ha sido agobiante y extenuante. Todos los que dijeron que estarían contigo se fueron, te dejaron solo, te abandonaron dejándote naufragar en un mar del que sientes que no podrás escapar o sobreponerte.
Pero cuando ellos se han ido, yo he permanecido. He sido todo lo que has tenido cuando lo demás han faltado. Y he estado ahí no por obligación, sino porque mi amor por ti es tan inmenso que no alcanzas a imaginarlo ni paparlo. Yo te he sostenido con las cuerdas de mi misericordia.
Hoy quisiera recordarte de manera sencilla, que aunque parezca que todo va en tu contra, yo sigo teniendo el control. Pueden azotar los vientos y la barca puede tambalear, pero yo te tengo asido entre mis brazos. Tú estás escondido y protegido muy dentro de mi corazón. Los dardos podrán herirte, pero no has de morir en esta batalla, porque yo soy el que te va a dar la victoria.
Quiero que descanses, que te sientas seguro, que dejes de pensar en todo lo que te ahora mismo te está agobiando y recibas todo ese amor que tengo para darte porque tú eres de mi propiedad. Eres tan mío, tan amado, tan especial y yo quiero que estés receptivo no a los problemas ni a las circunstancias, sino a todo lo real que puedo darte. Porque mi Espíritu quiere derramarse en tu vida e inundarte de esas cosas que solo mi presencia puede darte.
Quiero que entiendas que tus lágrimas me importan, que tu silencio me conmueve y que comprendo tu soledad porque yo mismo la experimente horas antes de dar mi vida en la cruz por ti. No pienses que soy ese Dios castigador, que quiere agobiarte o hacerte sentir inferior. No es esa mi esencia ni mi intención. Yo quiero bendecirte, pero hay cosas en las que debes esperar aún por un tiempo. Hay lecciones que todavía deberás aprender. Porque cada batalla hace que tus destrezas de soldado se agilicen y se perfeccionen más.
Hay consecuencias que las traen el pecado o las decisiones que muchas veces las personas toman separadas de mí. Y en la vida hay una ley de siembra y cosecha. Pero yo no vengo a dictar tu sentencia, yo vengo a soplar sobre tu espíritu vida para que tus huesos se renueven, para que tu alma reciba ese toque.
Aunque sé que no es mucho lo que puedas entender en estos duros momentos que enfrentas, quiero que tengas la certeza de que independientemente si sientes o no mi presencia, sigo estando ahí, justo a tu lado. Come mis palabras porque ellas te sustentarán y darán aliento cuando sientas que ya no puedes más. No dejes nunca de comunicarte conmigo, porque solo en mi presencia lograrás salir airoso de esta tormenta. Llénate de mí porque yo habito en ti.
Tu momento llegará y entonces sí que sonreirás. Tu corazón brincará por la emoción y tu alma entonará nueva canción. El llanto será cambiado en alegría.
23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
Este día hablaremos de nuestro nuevo hogar, ya la semana pasada hablamos de los nuevos cielos y la nueva tierra creados por Dios, ahora hablaremos de la ciudad que será nuestra morada eterna.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Juan ve descender la ciudad desde el cielo, esta ciudad no es creada en este momento, sino que ya está hecha con tiempo y nada más desciende del cielo de Dios para posarse en la nueva tierra.
Juan 14:1-3 nos habla de que Jesús al morir prepararía lugar para nosotros. ¿Te imaginas cuántos años ha tenido el Señor para preparar nuestras moradas? Si con su palabra en sólo 6 días creo un mundo tan hermoso como el que conocemos, te imaginas la de detalles que tiene la Nueva Jerusalén, es como ninguna otra ciudad que podamos conocer.
Al decir que está dispuesta como una esposa ataviada para su marido, significa que no le falta nada, es una ciudad totalmente preparada para que la habitemos
9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
El mismo ángel que derramó las siete plagas es el enviado de Dios para mostrarle a Juan a la desposada, la esposa del Cordero, su amada iglesia.
10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
Porque se llama a la Nueva Jerusalén esposa del Cordero, bueno recordemos que una ciudad no es sólo una construcción sino además tiene gente, habitantes, la iglesia es quien habitará la Nueva Jerusalén, por eso se le llama la ciudad santa porque sus habitantes son santos.
11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
La ciudad no refleja la gloria de Dios, tiene la gloria de Dios ahí. Hoy día podemos ver el reflejo de la gloria de Dios en su creación, en sus obras, en sus milagros, pero en la Nueva de Jerusalén está la gloria de Dios ahí, no sólo su reflejo sino su gloria real. Juan no puede describir el fulgor, por eso menciona que es como una piedra preciosísima, como de jaspe, dáfana como el cristal, le faltan palabras para describir el fulgor, el resplandor de la ciudad.
12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
Aquí Juan nos describe lo que ve, aunque es una ciudad indescriptible, él trata de exponer lo mejor que puede cómo es. Te imaginas una ciudad hecha con perlas preciosas? Gracias a Dios en el cielo no habrá ladrones. Calles de oro puro y transparente ¿te imaginas el oro transparente?
22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
Ahí no habrá necesidad de ir al templo, estaremos con el templo. Dios es el templo, será un lugar de constante adoración.
23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
¿Le tienes miedo a la oscuridad? En la Nueva Jerusalén no habrá más oscuridad, El fulgor, el resplandor del Señor es suficiente para la iluminación de la ciudad. Qué tremendo!
Dios no nos muestra su gloria en todo su esplendor en este tiempo porque no podríamos resistirla, pero cuando habitemos la Nueva Jerusalén podremos disfrutar de esa gloria sin sufrir ningún daño.
24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
Toda la gloria y honor de los reyes de la tierra ahora se concentra en la Nueva Jerusalén pero multiplicada a la x potencia. Y los que hayan sido salvos ahí andarán, los que no tendrán su morada en otro lugar muy desagradable.
25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
Cuando estamos enfermos o enfrentando algún problema pareciera que la noche agrava las cosas y queremos que amanezca, pues allá en la Nueva Jerusalén no habrá noche y las puertas no necesitarán ser cerradas, pues no habrá quien se meta a robar o a cometer cualquier otro ilícito, tendremos paz y tranquilidad, viviremos seguros, sin temor de nada, sin tristeza ni dolor, sin noche, sin tinieblas.
26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.
Aquí reitera que la gloria terrenal, de que pudieran presumir algunas personas o naciones se concentrará entera en la Nueva Jerusalén y en seguida viene una advertencia, que debe ponernos a pensar ¿Qué es lo que haces en tu vida diaria? ¿Adoras a Dios o haces abominación y mentira? ¿Está tu nombre inscrito en el libro de la vida del Cordero? Si no lo está, qué esperas para inscribirte, no sabes cuándo se cierren las inscripciones y si tu nombre no está ahí cuando se cierren las inscripciones vas a sufrir mucho, por lo tanto es importante que entregues tu corazón a Jesús ahora que hay tiempo. El sólo quiere hacerte bien y llevarte a vivir con él un día, quiere que seas feliz y ser tu mejor amigo, te invito a que reflexiones en lo que Dios tiene para ti y lo que el mundo puede ofrecerte y date cuenta que no hay comparación y toma la mejor decisión.