Avivamiento
Pasaje clave: Jonás 1 y 3
Versículo clave: “3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos.” Jonás 3:5
¿Qué es avivamiento?
El avivamiento tiene que ver con…
Revivir algo que está muerto
Hacer arder el fuego apagado.
Reconstruir lo que está destruido
Encontrar lo que está perdido
Características del avivamiento verdadero
Arrepentimiento genuino (quebrantamiento)
Conversiones masivas.
Enamoramiento de Jesús.
Deseo ardiente de hacer la voluntad de Dios.
Santificación radical.
Se da la espalda por completo al pecado.
El avivamiento de Nínive
Nínive era una ciudad grande (1:2, 3:3)
Nínive era una ciudad que estaba llena de maldad (1:2)
Dios había destinado destruirla (3:4)
Jonás predicó por toda la ciudad (3:4)
Todos habitantes de Nínive creyeron y se arrepintieron (3:5)
El rey de Nínive se humilló y proclamó ayuno nacional (3:6-9)
Todos los habitantes de la ciudad se arrepintieron (3:10)
Dios perdonó a Nínive
Como podemos ver, nuestro mundo actual no es tan diferente a Nínive…
Vivimos en ciudades grandes (cuando menos más grandes que Nínive).
Vivimos en ciudades llenas de maldad
Si los pecadores no se arrepienten serán condenados
Tenemos que predicar por toda la ciudad y decirles a todas las personas que si no se arrepienten van a perecer.
Tú papel y el mío en el avivamiento
A nosotros nos toca hacer el papel de Jonás, no hay que eludir nuestra responsabilidad en la gran comisión que Cristo nos ha dado.
Es nuestra responsabilidad que cada persona que Dios pone en nuestro camino sepa que Cristo le ama y quiere perdonar sus pecados si se arrepiente y deja de hacer lo malo y recibe el regalo del sacrificio de Jesucristo. Necesitamos clamar por nuestra ciudad, por nuestros vecinos, por nuestros compañeros, por nuestros amigos que no se han entregado a Cristo.
El avivamiento empieza en ti y en mí, fue necesario que Jonás estuviera 3 días en el vientre del pez para que entendiera su papel, cuando nosotros entendemos nuestro papel y nos disponemos a cumplirlo…Dios se encarga del resto.
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