Apocalipsis
30. Cielo nuevo y tierra nueva
Pasaje base: Apocalipsis 21:1-8
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
La lección anterior vimos cuál es el futuro que les espera a los incrédulos después de la muerte, ahora veremos un poco de lo que nos tocará disfrutar a lo creyente en Jesucristo.
1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Algunos comentaristas creen que se trata de una tierra y un cielo renovados, es decir este mismo lugar donde vivimos modificado, remodelado. Sin embargo la palabra que se tradujo como nuevo significa de un nuevo tipo, sin precedentes, original, no común e inaudito. Entonces podemos entender que se trata de un lugar totalmente nuevo.
Isaías 65:17 Aquí habla de una creación de la nada.
En nuestro concepto humano algo nuevo conforme va pasando el tiempo se vuelve obsoleto, lo nuevo hoy mañana es viejo, pero aquí es realmente nuevo, no habrá alguien que llegue con algo mejor al día siguiente.
La Biblia nos habla de 3 cielos (2 Corintios 12:2)
El primer cielo es el que vemos, el cielo donde vuelan las aves.
El segundo es el cielo donde están los astros y las constelaciones.
El tercero es donde Dios habita con sus ángeles.
Hebreos 11:13-16
Cuando dice que el primer cielo y la primera tierra pasaron, podemos entender que este mundo se terminará y Dios creará nuevos cielos.
2a. Pedro 3:7-13
Este cielo es un lugar totalmente distinto, el mar ya no existía más, es un lugar inimaginable porque no tiene precedentes.
El día de hoy el agua es necesaria para vivir, pero en el nuevo cielo y nueva tierra parece que no será tan necesaria, todo será diferente, cuerpos diferentes, necesidades diferentes, ambiente diferente, TODAS LAS COSAS NUEVAS.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
La siguientes dos lecciones hablaremos más sobre esta ciudad, sobre nuestro nuevo hogar.
Nos dice que es una ciudad santa, actualmente no hay ciudades santas, las ciudades están plagadas de pecado.
La nueva Jerusalén es santa porque ahí viven los santos, no hay pecado ahí, ninguna cosa inmunda entra ahí.
Esta ciudad desciende del nuevo cielo de Dios.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
La palabra tabernáculo significa habitación. En este nuevo lugar habrá una nueva relación con Dios porque hombres y Dios moraremos en el mismo lugar.
Cuando Moisés hizo el tabernáculo, ahí descendía la gloria de Dios, igual cuando Salomón construyó el templo, pero este tabernáculo es permanente, no es un lugar al que de repente la gloria de Dios desciende y luego se va, sino que ahí está constantemente.
Actualmente el Espíritu de Dios habita en nosotros, pero ahí estará físicamente.
4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Para describir un lugar nunca visto, nunca oído y sin precedentes, no te puedes enfocar en lo que hay ahí pues no se tiene algo con que se le pueda comparar, entonces aquí la Biblia se enfoca en lo que no hay allí para que podamos entender un poquito cómo es a través de hacer un contraste.
Este lugar nuevo será un lugar feliz, no va a haber más lágrimas. ¿Cuántas lágrimas has llorado? Aún la persona más fuerte llora estando solo, escondido. En este mundo hay llanto y hemos llorado por muchas cosas. En el cielo no habrá esto porque no habrá motivos para llorar. Uno llora por el miedo, por la muerte de un familiar, por el enojo, por la frustración, por la tristeza....
Ya no habrá muerte, ya no tendremos que ir a ningún funeral ni sentiremos el dolor de separarnos de gente que amamos.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Aquí yo creo que Juan se quedó anonadado viendo todo esto y hasta se le había olvidado escribir, pero Dios le recuerda que escriba y declara que estas palabras son fieles y verdaderas, todas las cosas son nuevas.
6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
Hecho está, aquí se usa la misma expresión que dijo Jesús en la cruz: Consumado es, lo cual significa esto está completo, no le falta nada. Luego Dios dice lo que empezó diciendo en el primer capítulo de Apocalipsis: Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Él Dios creador del primer cielo y de la primera tierra es el mismo que crea esta tierra y cielos nuevos.
Cuando aquí habla de la sed se refiere a una insatisfacción, Dios llenará cualquier vacío que haya dejado una herida o una frustración, cuando no alcanzamos aquello que queremos uno se siente que le falta algo y cuando lo alcanzamos queremos más nada nos satisface, pero cuando Dios nos da a beber de la fuente del agua de la vida la insatisfacción termina, podemos sentirnos plenos, completos, saciados.
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Aquí vuelve a mencionar una frase que se repitió una y otra vez cuando hablamos del mensaje a las siete iglesias de Asia. El que venciere ¿qué es vencer o a quién tenemos que
vencer? Juan nos lo dice claramente en 1 Juan 5:4-5. Los cristianos no vencemos por nuestros méritos sino que es Cristo que quien ha vencido y nosotros al creer en él también vencemos.
Hay una ilustración que me gusta mucho en la que un hombre muy rico muere y no tiene familia a quien heredar pues su único hijo había muerto antes, entonces deja instrucciones a su mayordomo de que realice una subasta con todas sus posesiones, todas las personas estaban interesadas en adquirir alguna de sus propiedades, automóviles, obras de arte, etc.
La subasta empieza con una foto del hijo del dueño, a nadie le interesa esa foto, pero el mayordomo insiste y la gente empieza a desesperarse, entonces un hombre muy humilde ofrece lo poco que tiene a cambio de la foto y al no haber quién ofrezca más se cierra la oferta y con ello también la subasta y la gente está sorprendida y entonces el mayordomo explica que las instrucciones fueron entregar toda la herencia al que quisiera la foto del hijo del dueño.
Así también nosotros al recibir a Jesucristo heredamos todas las cosas y nos convertimos en hijos de Dios y él en nuestro Padre.
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Aquí nos reitera cuál es el lugar al que irán los que practican el pecado, sin embargo todos hemos sido alguna de estas cosas cuántos o hemos sido cobardes alguna vez, a cuántos no nos ha faltado la fe, quizá no hallamos sido abominables ni homicidas, pero cuántos han adorado a otro dios, cuántos han mirado a una mujer para codiciarla y creo que en la última entramos todos ¿quién no ha mentido nunca? Entonces todos tendremos parte en este lago de fuego? No, vamos qué nos dice 1 Corintios 1:9-11 . No es por lo que nosotros hayamos hecho sino por lo que Cristo ha hecho en nosotros que podemos entrar a a estos nuevos cielos y nueva tierra a la morada que el Señor nos ha preparado, la nueva Jerusalén.
Si tú practicas alguno de los pecados mencionados, tu lugar es el lago de fuego, pero el Señor no quiere que vayas para allá, hoy, mientras tienes vida tú puedes adquirir tu boleto para ir a la Nueva Jerusalén y lo mejor es que es gratis, bueno es gratis para ti y para mí, pero Jesucristo pagó un precio muy alto para que que podamos ir allí.
Piensa ¿En dónde te gustaría pasar la eternidad, en el lago de fuego o en la Nueva Jerusalén?
